"Rayos X" antes de "Manhattan"


El 7 de diciembre de 1941, el ejército japonés atacó por sorpresa la base estadounidense de Pearl Harbor. Esto indujo a los Estados Unidos a participar en la II Guerra Mundial y, como es natural, los norteamericanos buscaron la manera de vengarse del país del sol naciente.


El ataque a Pearl Harbor no sólo fue un golpe a la milicia norteamericana, sino una ofensa para los patrióticos civiles que se volcaron en proporcionar ideas y aportes para la guerra.

El Dr. Lytle S. Adams, dentista, hizo un planteamiento descabellado. Los ataques aéreos más fulminantes suelen ser los nocturnos, por ello y sabiendo que los murciélagos eran capaces de transportar grandes pesos, pensó en hacer una "bomba" que soltara murciélagos kamikaze para atacar Japón en la oscuridad, cada uno cargando con su propia "mini-bomba". A esta locura se la llamo Proyecto Rayos X.



Las ratas voladoras llevarían unas bombas de napalm especialmente diseñadas para ellas, siendo unas de las bombas incendiarias más pequeñas construidas nunca. Luego, los murciélagos se meterían en unas cajas que serían lanzadas desde los bombarderos B29.

Una vez lanzados sobre Japón, descenderían volando hasta posarse en los edificios y, tras finalizar un temporizador en las bombas, estallarían por doquier.

Ésta era la teoría, pero en la práctica todo fue más bien distinto. Un día, en una base de las fuerzas aéreas, se les escaparon unos murciélagos armados y terminaron causando graves daños en la misma. Gracias a este accidente, los militares vieron que eran efectivos y que destruían, así que siguieron con el proyecto. En una caja cabían unos 1000 murciélagos, por lo que un bombardero podría llevar unas 200.000 mini bombas, superando en potencia a las bombas tradicionales.


Pero en 1944 el proyecto fue dejado a parte debido a los altos costes del mismo y a que tuvieron inmensos problemas con los murciélagos. Se canceló cuando se hizo efectivo el Proyecto Manhattan, de menor coste, esfuerzo y mucho más destructivo: la primera bomba atómica.