Cuando Alan Turing mordió la Apple


ENIGMA

En 1939 estalla la Segunda Guerra Mundial. Los submarinos nazis cercaban las islas británicas, hundiendo buques e impidiendo el abastecimiento de la población. Los nazis utilizaban la endiablada máquina Enigma para encriptar los mensajes que se enviaban, haciendo impredecibles sus ataques. Los ingleses necesitaban desesperadamente resolver la encriptación, así que trasladaron a las mentes más ilustres de Inglaterra a las instalaciones señoriales de Bletchley Park con única misión de romper el código Enigma. Turing estaba entre ellos, al mando del equipo de la Hut 8.

Alan Turing
Para descifrar Enigma, Turing diseñó la máquina Bombe (97.000 piezas y 19 km de cable) que permitió leer los mensajes alemanes y así adelantarse a los movimientos del ejército nazi. Esto supuso un gran dilema moral. Los nazis confiaban ciegamente en su código y nunca sospecharon que Enigma sería duplicada y descifrada y los británicos, para no desvelar que habían roto el código, a veces tuvieron que permitir ciertos ataques con víctimas humanas.

Se calcula que la aportación de Turing y su Bombe al conflicto acortó dos años la duración de la guerra. Sin embargo nadie lo sabría, ya que todo el trabajo de esos científicos fue alto secreto y no salió a la luz hasta bastante tiempo después.

BOMBE

Tras la guerra, Turing se involucró en el diseño de máquinas computadoras en el Laboratorio Nacional de Física británico. Creo los precursores de los ordenadores personales diseñando el primero con memoria de almacenamiento RAM. En ésta época, Turing comenzó a interesarse por la inteligencia artificial intentando crear "máquinas inteligentes" capaces de pensar. Cabe destacar que también ejerció como espía para el MI5 por su talento y gran inteligencia.

En 1952 su homosexualidad le llevó a una condena por "indecencia grave y perversión sexual". Se le sometió a una dura castración química con numerosos efectos secundarios físicos y psicológicos. Dos años después mordía la manzana de Blancanieves.

Existen dos teoría sobre su final. Unos piensan que estaba tan hundido psicológicamente que optó por el suicidio. Inspirado en la famosa Blancanieves de Disney inyecto cianuro en una manzana muriendo después del primer mordico. Otros opinan que, precisamente por delicado estado mental, el servicio secreto británico temía que hablara de todos los secretos en los que participó en Betchley Park durante la guerra y decidieron quitarlo de en medio envenenando la manzana que lo mató.

Veinticinco años después, el trágico final de uno de los genios más brillantes y desconocidos del sigo XX, Alan Turing, fue tomado como inspiración por dos jóvenes emprendedores a la hora de crear el logotipo que les representaría.



Opinión del aprendiz:

Pues... sospecho que, de querer suicidarse, hay formas menos rebuscadas.



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